María Calvo Arroyo

ICL
Algo así como un sueño hecho realidad

Ha sido una experiencia muy gratificante. Antes de entrar a quirófano tenía mucho miedo por si no fuese a hacer efecto la anestesia (previamente me ocurrió en la cesárea de mi hijo mayor) y más aún cuando el sentido que ha estado en juego es el de la vista. Por  suerte en esta clínica hay un gran equipo que hizo un gran trabajo sobre mis ojos sin yo notarlo y todo resultó con éxito y sobre todo he tenido una recuperación muy rápida.

Yo soy miope desde nacimiento prácticamente, pues empecé a usar gafas con 3 años. Cuando decidí operarme un 27/01/2017 mi graduación a los 33 años era de 20,5 dioptrías en el ojo izquierdo y 18,5 dioctrías en el ojo derecho. Cuando salí de quirófano mi ojo derecho veía perfectamente y mi ojo izquierdo había recuperado 19 dioctrías  ¡¡¡ ALGO ASÍ COMO UN SUEÑO HECHO REALIDAD- YA NO DEPENDÍA DE UNA GAFA O UNAS LENTILLAS PARA VERLE LA CARA A LA GENTE¡¡

A pesar de que muchas veces mis ojos están cansados y resecos (consecuencias de las cuales fue totalmente informada antes y después de la cirugía por ser una miopía magna difícil de salvar al 100% con una sóla intervención) y llegan a ver borroso (pues el ojo totalmente bueno tiene que suplir la deficiencia de 1,5 dioctrías del otro), ni mucho menos puede compararse a como estaban mis ojos cuando usaba gafas y lentillas y encima estás no podía usarlas más de 8 horas seguidas.

Por supuesto volvería a operarme una y otra vez.

Mi calidad de vida ha mejorado muchísimo, ya me veo los pies al ducharme, ya veo donde está la toalla situada cuando voy a la piscina o la playa. Y no sólo por la no dependencia de la gafa antes de acostarme (a la mesilla) y justo al despertarme (cogerla de la mesilla) sino sobre todo por la no dependencia de la lentilla fuera de casa (por ejemplo: que si se mete algo en el ojo, que si se ensucian y no veo, que si veo borroso, y contando con la mayor higiene requerida posible.